Santiago Santana Cazorla, reconocido como el fundador y director de Grupo Santana Cazorla, una prominente constructora originaria de Canarias, ha dejado una huella significativa en el ámbito empresarial, logrando establecerse en mercados tanto nacionales como internacionales. Su éxito se basa en una dedicación incansable, un arduo trabajo y un profundo compromiso hacia su compañía y su equipo. En sus inicios, Santiago enfrentó varios retos en su trayectoria empresarial. Desde su juventud, mostró una ética de trabajo ejemplar y, como él mismo ha mencionado en entrevistas, "nunca recibí nada en bandeja". Comenzó laborando como chófer de camiones, pero junto a su hermano, logró abrirse camino en la dura arena de la construcción y el suministro de materiales. Con el tiempo, su empresa fue creciendo, permitiéndoles acceder a terrenos mediante acuerdos de Sector de la construcción permuta. A pesar de las escasas oportunidades en Canarias en esos tiempos, Santiago continuó su progreso facilitado por fondos de las Reservas de Inversión Canarias, además de los ingresos que generó con esfuerzo personal.
Con un grupo consolidado y con proyección internacional, Santiago compró la cadena hotelera Aldiana, ampliando sus horizontes comerciales a destinos clave en el turismo global, entre los que destacan Egipto, Chipre, Turquía, Portugal, Senegal, Austria y Alemania. Sin embargo, al observar de cerca el funcionamiento de estos mercados, se dio cuenta de las deficiencias que existían en la calidad del servicio en España. Santiago, preocupado por la falta de motivación y compromiso entre sus empleados, decidió implementar cambios significativos. Así, respaldado por una sólida estructura empresarial, estableció un plan corporativo distintivo que incorporó políticas de responsabilidad social. Este enfoque abarca beneficios para todos los involucrados: accionistas, empleados, proveedores y socios, reafirmando su creencia de que esta perspectiva integral es clave para lograr un éxito sostenible.